La película Crónica de una muerte anunciada basada en la novela homónima de Gabriel García Márquez es una coproducción colombo-italiano-francesa, dirigida por Francesco Rosi, protagonizada por la reconocida y hermosa actriz italiana Ornella Muti y tuvo como escenario la localidad de Mompox en el departamento de Bolívar en Colombia.
Con un presupuesto de 8 y medio millones de dólares, alto para la época de los años 80, no obtuvo buenos comentarios de la crítica porque se acepta como cierto que la obra garciamarquiana es difícil de llevar a la pantalla.
Para explicar su reticencia a que hicieran cine con cualquiera de sus libros publicados, García Márquez dijo alguna vez que había visto muchas películas buenas hechas sobre novelas muy malas, pero nunca había visto una buena película hecha sobre una buena novela. El deseaba que la comunicación con sus lectores fuera directa, y que a través de lo que él escribía, ellos pudieran imaginar a los personajes como quisieran, y no con la cara prestada de un actor en la pantalla.
La novela Crónica de una muerte anunciada fue publicada en 1981 y lanzada simultáneamente en toda la región hispanohablante, con un tiraje de un millón de ejemplares. Fueron cuatro ediciones con tirajes de 250 mil ejemplares, impresos en España (Editorial Bruguera), México (Diana), Argentina (Sudamericana) y Colombia (Oveja Negra), en edición de lujo y popular.
A pesar de que se conoce el desenlace de la trama desde su inicio, esto no le quita el suspense : la muerte del protagonista se anuncia en la primera línea del primer capítulo y se repite varias veces en los siguientes hasta que en el final él mismo la declara. Breve y directa, su tema es muy riguroso y estructurado casi como una novela policiaca. Esta investigación narrativa es idéntica a una investigación periodística o a una investigación policial y llevada con rigor y precisión de detective.
Gabriel García Márquez consideró esta su mejor novela (aunque también dijo lo mismo de El coronel no tiene quien le escriba ), en sus palabras ‘la que mejor había podido controlar y en la que había logrado hacer exactamente lo que quería'. Esta combinación de crónica, relato, reportaje, novela negra, o lo que en inglés sería non fiction novel , nació treinta años después de un episodio real: un asesinato ocurrido en enero de 1951 en una población del sur de Sucre, en el norte de Colombia, donde vivió García Márquez en buena parte de su infancia, cuando un amigo suyo, Cayetano Gentile Chimento es prácticamente descuartizado en la plaza principal y delante de todo el pueblo por los hermanos Víctor Manuel y José Joaquín Chica Salas para vengar la deshonra de su hermana Margarita, quien fue devuelta después de su boda por su esposo Miguel Palencia porque ‘ya no era señorita'.
Paralelamente en la novela, en una sociedad donde la actividad sexual era una prerrogativa del hombre y la virginidad el valor último de la novia, que no miraba con buenos ojos los noviazgos que no concluían en matrimonio y que limpiaba con sangre la honra manchada, Bayardo San Román, hombre rico y de familia respetada y Ángela Vicario, la menor de una familia de escasos recursos, celebran su boda, y en la misma noche de bodas el esposo la devuelve a sus padres porque no era virgen. Ante la insistencia de sus hermanos en conocer quién era el culpable, ella condena a muerte con su confesión a Santiago Nasar.
Eduardo Mateo Gambarte sostiene y explica que a través de los tiempos, los códigos de honor y de justicia se transforman o mantienen vigencia dependiendo de los valores o contravalores de la sociedad. Conviven siempre con nosotros y están presentes aun todavía, mitos, tabúes, religiosidad muchas veces fetichista, materialismo recubierto de una falsa espiritualidad, el deslumbramiento del poder económico y la consecuente ilusión que el dinero puede comprarlo todo. La desconfianza ante el forastero se minimiza dependiendo de cuanta riqueza posea, y dependiendo también de ésta o de su carencia, el sentido de justicia se inclina muchas veces hacia una sentencia condenatoria sin la presunción de inocencia, sin posibilidad de defensa ante un juez imparcial, o de no ser ni siquiera acusado. En la novela, este código de honor hipócrita y conveniente, es el pretexto o coartada que todos tienen para quedar exculpados de no haber impedido el crimen. El honor mancillado, la vergüenza y el machismo son la temática central de la novela. Se centra en el apego a ciertas tradiciones y a una moral más que conservadora, primitiva y fanática que fundamenta el código de honor del pueblo y se manifiesta a través del culto a la virginidad. Como indica Mateo Gambarte, la sociedad que refleja la obra es sumamente machista pero sustentada por un poder matriarcal en lo cotidiano. Es la mujer la que defiende el poder y la felicidad para el hombre: el papel de la mujer es el del matrimonio y el de ser honrada.
El asesinato de Cayetano Gentile Chimento motivó la salida de los García Márquez de la Mojana sucreña un mes después y sirvió de inspiración a Gabo para su magistral Crónica de una muerte anunciada. Desde sus vivencias y recuerdos de Sucre, recrea en su obra el puerto, casas, calles y personajes del pueblo de su adolescencia casi idéntico al original, aunque nunca tuviera barcos de vapor ni carros como en la novela y Cartagena tampoco se pudiera ver a lo lejos. En su cementerio general están los restos de Cayetano Gentile y allí en Sucre aún se conservan algunas casas en las que vivieron algunos personajes. Diagonal a la parroquia principal está la vivienda de Cayetano Gentile. En la esquina, el sitio donde vivió Elías Nasser, padre de la verdadera novia de Cayetano, Nidia, llamada Flora Miguel en el libro, casa en la que entró el protagonista y se enteró que lo iban a asesinar. Al lado estaba el hogar en arriendo de la familia Barcha Pardo, los padres de Mercedes, donde García Márquez la conoció y le pidió que se casara con él.
Sin embargo, la novela que salió de la realidad no tiene nada que ver con ella. García Márquez utilizó la técnica de reportaje, y a pesar de que algunos se puedan reconocer, los personajes no llevan su nombre ni la descripción que se hace corresponde a los hechos o al lugar. Los únicos que tienen nombre propio son los miembros de su familia, porque García Márquez quiso que fueran auténticos y estaba autorizado por ellos. La madre de Cayetano Gentile, Julieta Chimento era buena amiga y comadre de Luisa Santiaga Márquez, la madre de Gabo, quien también era amiga de Hermelina Salas, madre de Margarita, y Cayetano mantenía una estrecha amistad con García Márquez, su hermano Luis Enrique y la mayor de sus hermanas Margot.
García Márquez, narra la crónica en primera persona, y además en el texto de la novela deja consignado que está casado con Mercedes, que su madre es Luisa Santiaga, que sus hermanos son Luis Enrique, Jaime y Margot, más una monja, a quien no se menciona por su nombre pero que en la vida real se llama Aída Rosa y que su tía Wenefrida Márquez, y que todos fueron testigos y participes de los hechos narrados.
Demoró tanto en escribir esta historia porque su madre le pidió que nunca la escribiera mientras estuvieran vivos los padres de los protagonistas y porque por mucho tiempo no encontraba un final. Aunque como García Márquez admitió, no fue una demora excepcional, pues él nunca escribió una historia antes de que pasaran, por lo menos, veinte años desde su origen.
En El cuento del cuento , escrito que publicó en 1981, García Márquez contó que Álvaro Cepeda Samudio, escritor y periodista colombiano, y uno de los padres del boom latinoamericano, e integrante también del grupo de Barranquilla y de la revista literaria y deportiva Crónica , le dio la solución final de la crónica de una muerte anunciada. Abro comillas: ‘Bayardo San Román volvió a buscar a Ángela Vicario. Están viviendo juntos en Manaure, viejos y jodidos, pero felices'. Según García Márquez, esta revelación puso el mundo en orden y la vuelta de Bayardo San Román con Ángela Vicario era, sin duda, el final que faltaba para que todo pasara de ser la historia de un crimen atroz desde la óptica de su afecto hacia la víctima, cuando debía ser la historia secreta de un amor terrible.
Ángel Rama nos recuerda que a la par del lanzamiento de la novela en Colombia se sacó a la luz el 28 de abril de 1981 en la revista Magazine al día la investigación de dos periodistas, Julio Roca y Camilo Calderón titulada ‘García Márquez lo vio morir', que era un reportaje crónica del trágico episodio ocurrido el 22 de enero de 1951 en el municipio de Sucre donde ‘el joven sucreño Cayetano Gentile Chimento, de 22 años, estudiante de tercero de medicina en la Universidad Javeriana de Bogotá y heredero de la mayor fortuna del pueblo, cayó abatido a machetazos, víctima inocente de un confuso lance de honor y sin saber a ciencia cierta por qué moría'. Al igual que García Márquez hizo en su momento, también ellos interrogaron a los testigos, reconstruyeron los sucesos, y luego cotejaron su información con la manejada por el autor en la novela, estableciendo identidades y semejanzas pero, sobre todo, diferencias. Contrario a lo que afirma el título de ese artículo, García Márquez no vio morir a su amigo ya que según cuenta Dasso Saldívar en ‘El viaje a la semilla', el escritor estaba en Cartagena y la versión que escuchó fue la de su familia.
Rama señala que los lectores que cotejen ambas crónicas convendrán que la obra de García Márquez no ofrece la objetiva enunciación de hechos ocurridos en la realidad, en un pueblo real con seres reales, sino esa otra cosa que es la literatura, ese tejido de palabras y de estratégicas ordenaciones de la narración para transmitir un determinado significado, que sean cuales fueren sus fuentes, no es otra cosa que una invención del escritor.
Gerald Martin narra que García Márquez fue demandado por medio millón de dólares por calumniar a los hermanos que fueron declarados inocentes mientras que en el libro eran mostrados como asesinos. Fue demandado también por otras personas que se sentían aludidas en la novela, siempre saliendo ileso por la justicia colombiana que distinguía entre verdad histórica y ficción narrativa, entre un texto periodístico y uno literario.
En 1994, Miguel Santiago Reyes Palencia demandó ante el juzgado noveno Civil del Circuito de Barranquilla al nobel y a su hermano Eligio porque dañaron su ‘honra y su dignidad'. La demanda por una indemnización tasaba en el 50 por ciento de los beneficios económicos que le reportó la historia a García Márquez, no solo por el libro sino también por la película y a su hermano Eligio, quien también escribió el libro La tercera muerte de Santiago Nasar , publicado en 1986.
El Tribunal Superior de Barranquilla falló en 2011 a favor del escritor al desestimar la demanda interpuesta en segunda instancia por Reyes. La sentencia da la razón al escritor 17 años después del inicio del proceso y queda zanjado que los personajes de Crónica de una muerte anunciada son una creación de la imaginación del autor y no violan la intimidad de personajes de la realidad.
Como dato curioso, la novela no confiesa al culpable de la deshonra de Ángela Vicario. No se encontró un solo indicio, ni siquiera el menos verosímil, de que Santiago Nasar hubiera sido en realidad el causante del agravio. Del mismo modo, y en la vida real, los periodistas que rehicieron la crónica en Sucre, coinciden en los mismos términos: ‘Queda pendiente un misterio, que la novela no resuelve y que obliga a que los habitantes de Sucre continúen preguntándose, como los lectores del libro: ¿Quién fue?, ¿quién perjudicó a Margarita?'
En la novela, después que es rechazada por su esposo y deshonrada por su familia, Ángela Vicario se muda, y viviendo en un nuevo ambiente descubre su amor por Bayardo y se lo declara en dos mil cartas que se suceden sin respuesta. Escribió una carta semanal durante media vida, hasta que después de muchos años, Bayardo regresa ante Ángela: ‘Llevaba la maleta de la ropa para quedarse, y otra maleta igual con casi las dos mil cartas que ella le había escrito. Estaban ordenadas por sus fechas, en paquetes cosidos con cintas de colores, y todas sin abrir'.
En la vida real y muchos años más tarde, Miguel Reyes Palencia confesó que tiempo después del trágico matrimonio Margarita lo llamó y él le colgó el teléfono sin mediar palabra. Al día siguiente decidió encontrarse con ella y posteriormente se fueron de paseo a Santa Marta. Años después y tras el fallecimiento de su compañera sentimental, Margarita Chica llegó a su casa a darle el pésame y le propuso mudarse con él, pero Reyes no accedió. Sin embargo, según relata, vivieron aventuras por tres meses y después ya no la volvió a ver y ella años después falleció.
En la novela, los gemelos declaran que habían matado a Santiago en legítima defensa del honor y pasan tres años en el panóptico de Riohacha, pues no tenían dinero para pagar su libertad condicional. Tiempo después fueron absueltos y se quedaron en Riohacha donde se había mudado su familia luego de la muerte de Santiago. Pablo se casó un día después de ser liberado y llegó a ser un orfebre depurado. Pedro se reintegró a las Fuerzas Armadas, hasta que una mañana su patrulla se internó en un territorio de guerrillas y nunca más se supo de él.
En la vida real, según contó Miguel Reyes, los hermanos Chica Salas fueron capturados por la policía y trasladados a la cárcel de Cartagena, donde Víctor asumió la culpa y dejó sin cargos a su hermano mayor, Joaquín, quien fue liberado.
Miguel Reyes Palencia publicó en agosto de 2007 el libro La verdad: 50 años más tarde , en el cual narra la auténtica historia del asesinato de Cayetano Gentile. Tras su matrimonio fallido con Margarita Chica, Miguel Reyes vivió muchos años después en Barranquilla y posteriormente en Nueva York. De su unión con Enriqueta Obregón, nacieron 12 hijos.
Miguel Reyes nació el 20 de enero de 1922 y en la misma fecha de 1951 contrajo matrimonio con Margarita Chica, con quien nunca convivió. Falleció en 2017 en Barranquilla a los 95 años.
Margarita Chica Salas falleció a los 78 años de un infarto en su residencia en el barrio Palermo en 2003 y fue sepultada en el cementerio central de Sincelejo. Sucreña de nacimiento, residió en Sincelejo por más de 40 años y se dedicó al bordado y a la modistería, los cuales abandonó por problemas visuales. Algunos dicen que se casó nuevamente pero que no tuvo hijos. Sus familiares han mantenido un hermetismo absoluto sobre la vida de Margarita y ella jamás reveló la verdadera historia de su vida.
Queda para otra ocasión y pendiente ahondar en temas como el simbolismo religioso de los nombres de los protagonistas, San Román, Ángela, Pedro, Pablo, Purísima del Carmen y Poncio Vicario, Santiago, Cristóbal, Divina Flor, Escolástica, Magdalena, Lázaro… y el tema de la religión estrechamente ligado al de la muerte.
Para García Márquez, ‘No hay nada que se parezca más a la soledad del poder que la soledad de la fama'. A cinco años de su muerte, treinta y ocho años de publicada la novela y treinta y dos años de estrenada la película, no está solo. Estamos reunidos aquí en su honor, para celebrar y disfrutar una vez más su genio indiscutible y su obra imperecedera.
‘Gabriel García Márquez consideró esta su mejor novela (aunque también dijo lo mismo de El Coronel no tiene quien le escriba), en sus palabras ‘la que mejor había podido controlar y en la que había logrado hacer exactamente lo que quería'.
‘A pesar de que algunos se puedan reconocer, los personajes no llevan su nombre ni la descripción que se hace corresponde a los hechos o al lugar'.