Rod Carew llegó al campo de entrenamientos de los Mellizos de Minnesota, como era su interés, a pesar de tener problemas cardíacos.
Valió la pena para el panameño hacer esta incursión.
La página electrónica de Major League Baseball reseña la emocionante llegada del siete veces campeón bate de la Liga Americana a Fort Myers, cinco meses después de haber sufrido un infarto masivo al corazón.
Carew quedó impresionado con la recepción que el equipo le había preparado.
Los jugadores y el personal del equipo vestían camisetas rojas, con el dibujo de un corazón blanco en el centro y las palabras ‘Heart of 29' (Corazón de 29).
Tratando de contener las lágrimas por la emoción, Carew apreciaba a los peloteros realizado sus movimientos sobre el terreno de juegos.
‘No quería ponerme emotivo en el campo, porque ya saben que no se llora en el béisbol', comentó, sin embargo, completamente emocionado por el gesto del que fuera su equipo por muchos años, y donde ganó varios de sus campeonatos de bateo, además de que su inducción al Salón de la Fama se dio con el uniforme de los Mellizos.
Carew, de 70 años, se fundió en abrazos con varios de los peloteros del club, e intercambió impresiones con sus directivos.
Tras el problema cardíaco que sufrió en septiembre del año pasado, al compatriota se le instaló una batería que regula el funcionamiento de su corazón. Está a la espera de un transplante, al cual debe cumplirse posiblemente en mayo del presente año.
Carew ganó siete títulos de bateo en la Liga Americana, fue Novato del Año en la temporada de 1967 y Jugador Más Valioso del joven circuito en 1977, participó en 18 Juegos de las Estrellas y es considerado uno de los mejores toleteros de la historia en las Grandes Ligas.