Desde que los Estados Unidos le mostró a Panamá su apoyo para lograr su separación, las gestas fueron mayormente planificadas y con resultados positivos.
Cuando los soldados del batallón Tiradores estuvieron anclados en Colón, la estrategia para evitar que avanzaran a Panamá era inventar excusas sobre el ferrocarril, al lograrlo ahora había que persuadirlos para que se retiraran, todo esto sin un levantamiento armado.
Luego de negociaciones y el aporte de cerca de $8 mil, hicieron que el general Torres, al mando del batallón, retrocediera sus intenciones.