¿Hacia dónde va la ciudad? Pasan los años, terminan Gobiernos y ninguno parece intencionado a respondernos esta simple, pero necesaria pregunta. Lo irónico es que los proyectos se realizan de acuerdo con el interés del allegado al Gobierno de turno. Cuando Ricardo Martinelli mandaba en el país, decidió hacer la Cinta Costera Tres. Su propósito ante el público fue la necesidad de que los conductores tuviesen una vía de salida de la ciudad hacia el interior más fluida que la actual. Detrás, empero, subyacía el desarrollo de un megaproyecto a lo largo del área de Amador. Igual pasó con el famoso proyecto de la ciudad gubernamental que hizo aguas apenas se descubrió lo que traía detrás. En el actual Gobierno se decidió construir el denominado Corredor de los Pobres, pero ya empiezan las voces a cuestionar el alto costo que representa esta obra para el Estado y, sobre todo, quiénes verdaderamente se benefician con el mismo. Lo anterior nos debe llamar la atención y como sociedad tenemos que exigir a las autoridades que nos digan exactamente hacia dónde va la ciudad y qué obras prioritarias deben realizarse. Seguir a oscuras y luego presentarnos proyectos de la noche a la mañana para beneficiar a amigos, so pretexto de que lo hacen para la gran mayoría, es una burla.
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