Los dos principales partidos de oposición en Sudáfrica se manifestaron ayer ante el Tribunal Constitucional de Johannesburgo para exigir que el presidente Jacob Zuma devuelva parte de los 20 millones de euros de dinero público que gastó para renovar su residencia privada.
Cerca de cinco mil miembros del partido radical de izquierda EFF (Combatientes por la Libertad Económica) gritaban ‘¡Zuma tiene que irse!' y ‘¡Devuelve el dinero!', el mismo eslogan que se oye en el Parlamento desde hace dos años cada vez que aparece el jefe de Estado.
El escándalo de Nkandla, el pequeño pueblo donde se encuentra la propiedad, se ha convertido en un problema para el presidente y en un símbolo de las acusaciones de corrupción contra su gobierno y su partido, el Congreso Nacional Africano (ANC).
‘Dijimos que el presidente estaría un día en el tribunal y nadie nos había creído', dijo Julius Malema, el líder del EFF, ante sus partidarios. ‘¡El presidente tendrá que devolver el dinero!', gritó.
El escándalo se aceleró a principios de 2014, cuando la mediadora de la República, que supervisa el uso del dinero público, entregó un informe que acusaba a Zuma de haberse beneficiado indebidamente de las obras de su casa y recomendó que reembolsara parte del dinero. Ahora el Tribunal Constitucional debe decidir si estas recomendaciones son legalmente vinculantes.
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PROTESTA
- Unas cinco mil personas salieron a pedir la renuncia de Jacob Zuma.
- Zuma es el presidente de Sudáfrica desde abril del 2009.
- Su partido, que llegó al poder hace 22 años con Nelson Mandela tras el fin del apartheid, podría perder muchos votos en las próximas elecciones.